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Siempre que me solicitan mi propio currículum, un extraño estremecimiento me corre a lo largo de mi cuerpo. ¿Soy yo un currículum? ¿Somos tan sólo un currículum? Evidentemente no deja ser un punto de referencia. Algo de lo que poder partir. Una alusión a lo qué se estudió, cómo y dónde se formó... El resultado se materializaría en algo así:
Sin embargo, esto no dice nada. No explica qué es lo que el artista desea expresar y sobre todo qué desea transmitir. Para mí, un artista no es ni bueno ni malo, claramente transmite algo, o no lo transmite. Tal vez sea más explícita Nuria Espert cuando define a un buen actor como "alguien creíble". Quizás por ello, una mejor aproximación al "currículum", sería algo parecido a: La búsqueda del Anima-Animus, en la imagen. Fascinado por las teorías de psiquiatra suizo Carl G. Jung, según las cuales uno de los arquetipos del inconsciente del hombre es de signo opuesto (femenino) Anima, así como el inconsciente de la mujer es de sigo opuesto (masculino), Animus, abordé la tarea de hacer lo posible para plasmar estas manifestaciones por medio de imágenes fotográficas. Permítanme apuntar brevemente lo que dice Jung sobre el tema: "Anima es el arquetipo de la vida... Pues la vida llega al hombre a través del Anima, si bien su opinión es que le llega por el entendimiento. El hombre rige la vida por el entendimiento, pero la vida vive en él por el Anima. Y el secreto de la mujer es que la vida le llega a ella por la forma espiritual del Animo, a pesar de que cree que es el Eros el que le da la vida. La mujer domina la vida, es decir, vive habitualmente por el Eros, pero la verdadera vida, en la que ella es también víctima, le llega a la mujer por el entendimiento que en ella está corporizado por el Animo" Después de haber leído a Jung, es obvio decir que resultaba un tanto difícil y, sobre todo, tremendamente subjetivo, convertir esos conceptos en imágenes. Así creí oportuno traducir por Anima una imagen impresionista, basada más en una sensación que en una percepción consciente, fotografiada desde mi parte femenina. Mientras que el Animus, es la traducción de lo vivo, real, palpable, erótico, agresivo… Sin embargo, no olvidemos que, como he dicho antes, esa es mi visión de la realidad fotográfica. Quizás, y por qué no, para otros sea distinta. En cualquier caso estoy convencido que ha de ser un reto. Es por lo tanto, lejos de mi intención, dar clases de cómo hay que plasmar imágenes en Anima o en Animus. Mas bien puedo hacer propuestas si cabe, de búsquedas individualizadas, de cómo cada persona puede traducir su opuesto interior. ¿Quiere ello decir que los hombres habrán de ir inexorablemente en busca del Anima, mientras que las mujeres del Animus?. En absoluto, dado que ambos sexos somos capaces de poder traducir los dos arquetipos con más o menos desenvoltura, sea de forma consciente o inconscientemente.
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