Pese a que lamentemos la muerte de Carlo, -y se habrán depurado al respecto responsabilidades-, creo que ahora, hay que hacer justicia a las decenas y decenas de manifestantes pacíficos que fueron gratuitamente maltratados, golpeados, vejados, insultados como demuestran las grabaciones de vídeo, los testimonios y las fotografías que se han hecho públicas. Por no hablar de los que despertaron a mitad de la noche mientras descansaban en la escuela Diaz y fueron objeto de un trato brutal.

En esa línea, es lo que el 23 de agosto de 2001 informó la prensa italiana.

La fiscalía de Génova ha abierto sendos sumarios a 21 agentes y funcionarios de policía con la acusación de lesiones con motivo de la irrupción de las fuerzas del orden público en la escuela estatal Diaz la noche del 21 de julio. En el transcurso de estos días se ha podido contrastar de modo oficial que -al contrario de lo que se dijo inicialmente- los manifestantes que allí pasaban la noche no ofrecieron resistencia ni dieron motivo alguno a la policía para emplear la violencia.
Existen numerosas denuncias por apaleamientos y golpes a los manifestantes durante los dos días de manifestaciones, el 20 y el 21 de julio.

Los detenidos -hasta un total de 500- fueron trasladados a la comisaría de Bolzaneto (Génova). Muchos de los que por allí pasaron han relatado episodios de violencia y abusos por parte de la policía.

Como consecuencia de estos actos, altos mandos de las fuerzas de seguridad han tenido que presentar la dimisión aún antes de que los tribunales se hayan pronunciado sobre estos episodios documentados por fotografías y cámaras de vídeo.

La fiscalía de Génova tenía intención de abrir un sumario a la totalidad de agentes y mandos -más de 120- que participaron en la irrupción nocturna en la escuela Diaz. Finalmente han decidido proceder por partes y "sólo" han abierto los 20 ya citados.