NO A LA PENA DE MUERTE
Estoy en contra de
toda pena de muerte, no tan solo aquella impuesta por unos jueces y
ejecutada en un patíbulo, silla eléctrica o camilla, sino y también a esa
pena de muerte indirectamente impuesta por la sociedad a los más
desvalidos, entre los que se encuentran muchos pueblos del Tercer Mundo,
los marginados sociales, los sin techo, los que cruzan las fronteras en
busca de mejor vida, etc. A todos ellos, por haber nacido pobres, se les
impone una pena de muerte a pequeñas dosis, que en la mayoría de los casos equivale a
La Larga Agonía de los Peces Fuera del Agua. Dicho lo anterior, voy a centrarme en la Pena de Muerte "oficial", con textos de personajes conocidos y con fotografías de Oliviero Toscani. |
"Una ejecución no es simplemente la muerte. Es tan diferente de la privación de la vida como un campo de concentración lo es de una prisión. Convierte a la muerte en una ley, en una una premeditación pública conocida para la futura víctima, en una organización que es en sí misma una fuente de sufrimientos morales más terribles que la muerte. La pena capital es la forma más premeditada de asesinato, con la que ningún acto criminal se puede comparar, por muy calculado que éste sea. Para que existiera un equivalente, la pena de muerte debería castigar a un criminal que hubiera avisado a su víctima de la fecha en la que le provocaría una muerte horrible y que, desde ese momento, la hubiera mantenido confinada durante meses a su merced. Un monstruo así no se encuentra en la vida real." Albert Camus "An execution is not simply death. It is just as different from the privation of life as a concentration camp is from prison. It adds to death a rule, a public premeditation known to the future victim, an organisation which is itself a source of moral sufferings more terrible than death. Capital punishment is the most premeditated of murders, to which no criminal's deed, however calculated can be compared. For there to be an equivalency, the death penalty would have to punish a criminal who had warned his victim of the date at which he would inflict a horrible death on him and who, from that moment onward, had confined him at his mercy for months. Such a monster is not encountered in private life." Albert Camus |