Hace ya muchos años,
(dada mi propia experiencia), no he creído en absoluto en los psiquiatras.
Es más, sólo he recibido "feed back" negativo sobre su profesión de
pacientes amigos que han pasado por sus consultas. (Todo lo cual, no
quiere decir que haya alguna excepción; como las meigas, que de "haberlas, haylas")
Me gustaría comenzar con una cita de
la Ley de Murphy, la cual dice:
"El que su médico le
diagnostique su enfermedad no significa que sepa curarla."
Siempre he visto al psiquiatra como el funcionario al servicio del
gobierno, como así se destacó en la película de Kubrick "La Naranja
Mecánica" (prohibida en la Gran Bretaña durante muchos años). Su función
consiste en "convertir" en normal aquellas personas que no coinciden
exactamente con el patrón establecido por el "stablishment".
A lo anterior, añado una noticia
aparecida en El Periódico de Catalunya el 07/08/2003 de la que entresaco
lo siguiente:
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Vuelve el electrochoque
• El
auge del tratamiento, que provoca amnesia, crea controversia entre los
psiquiatras catalanes
• La técnica, rechazada por un sector de médicos, se aplica en
hospitales contra la depresión suicida
ÀNGELS GALLARDO
BARCELONA
Con un nombre
distinto y con una descarga eléctrica de menor intensidad, pero igualmente
convulsiva, vuelve a aplicarse el electrochoque en seis grandes hospitales
públicos de Catalunya. El recurso, rechazado por un sector de los
psiquiatras y aceptado sólo para situaciones excepcionales por la mayoría,
es utilizado de forma creciente en algunos centros, en especial el
Hospital Clínico de Barcelona, donde se le considera "el antidepresivo
más potente, eficaz y ecológico conocido", según lo define el
psiquiatra Miguel Bernardo, responsable de su uso.
La aplicación de descargas eléctricas sobre el cerebro, dirigidas a
suprimir una actitud o un pensamiento enfermizos, se redujo drásticamente
en los hospitales europeos a partir de los años 80, al considerarse que
las secuelas que causaba superaban a los pretendidos beneficios.
Noticia publicada en la página 24 de la edición de Domingo, 7 de
septiembre de 2003 de El Periódico
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De lo anterior, sin
comentarios. Éstos sobran. No
obstante, aún tengo el humor de relacionarme con este mundillo y he topado
con un excelente libro escrito "justamente" por un psiquiatra Bill
O'Hanlon cuyo título es "Desarrollar Posibilidades" (Ediciones
Paidós), el cual -aparte de "cachondearse de su profesión"-, ofrece unas
posibilidades humanistas muy a tener en cuenta.
Veamos su
"Cachondeo"
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