VOLUNTARIADO

Hace muchos años que he sido voluntario de una manera u otra, y todos nosotros también de una manera u otra lo somos desde nuestra propia familia, los amigos y el prójimo.

Oficialmente he sido voluntario de Cruz Roja, de Prisiones, de Servicios Sociales y de los Juegos Olímpicos.

Asimismo, por mi condición de discapacitado he necesitado la ayuda de los otros, unas veces dentro de la familia, fuera de ella, en España o el extranjero.

Por lo tanto, me creo suficientemente capacitado para poder opinar sobre el tema.

Empecemos definiendo qué es un voluntario. Según la Real Academia de la Lengua nos da una muy acertada definición: "Dicho de un acto: Que nace de la voluntad, y no por fuerza o necesidad extrañas a aquella."

Ahora bien, ¿hay más de un tipo de voluntario? Yo afirmaría que sí. A saber:

Voluntario exhibicionista: Aquel que lo hace para salir en la foto y darse prestigio social.

Voluntario romántico: Aquel cuyo fin conlleva una carga afectivas y sensible, escogiendo muy específicamente el área de actuación que de una manera u otra hace resonancia con sus sentimientos, recuerdos o personalidad.

Voluntario benevolente: Aquel que lo hace por simpatía y buena voluntad hacia los demás.

Voluntario abnegado: Es aquel sacrificio que alguien hace de su voluntad, de sus afectos o de sus intereses, generalmente por motivos religiosos o por altruismo.

OBJETORES

Años atrás, cuando la “mili” era obligatoria para todos los españoles al cumplir su mayoría de edad, surgía el conflicto -y por otra parte contradicción- de que quienes, por motivos morales, religiosos, e incluso políticos, rechazaban la obligatoriedad de entrar en el servicio militar, se les declaraba “insumisos”, con las correspondientes sanciones e incluso la cárcel. A todo lo cual el Gobierno hubo de hallar una salida digna a tales circunstancias promulgando el “Real Decreto 700/1999, de 30 de abril, por el que se aprobó el reglamento de la objeción de conciencia y de la prestación social sustitutoria”  El citado proyecto de ley contemplaba la supresión del Servicio Militar obligatorio a partir del 2003. Ahora bien, es fácil afirmar, que esta sociedad no es consciente del vacío de apoyo social en que nos ha dejado esta plausible decisión gubernamental, ello conlleva a la supresión radical del llamado Prestación Social Sustitutoria, más comúnmente conocida como objeción de conciencia.

Dicho servicio fue de gran ayuda para muchos de nosotros. Como dato significativo tan solo en Cataluña había más de 15.000 objetores de conciencia activos, de los cuales 2.500 estaban destinados a Cruz Roja, quedando el resto distribuido entre las más de 1.200 entidades; lo cual significó que nos afectaba a cada uno de nosotros, dado que todos, absolutamente todos, de forma directa o indirecta nos beneficiábamos del extraordinario servicio que prestaban estos jóvenes, yendo dicha prestación desde la repoblación forestal, -limpieza de montes para evitar su posible quema-, pasando por los vigilantes de playas y puestos de socorro en carreteras, llegando hasta los más necesitados de ayuda humanitaria como son los enfermos crónicos, tercera edad, ludotecas infantiles, campañas de solidaridad bien hacia los nuestros o más allá de las fronteras y un largo etcétera que tan sólo con ver la lista de asociaciones, fundaciones y grupos de ayuda humanitaria bastaría para visualizar las múltiples áreas sociales que dichos objetores dieron su tiempo, dedicación y entrega de forma prácticamente anónima y callada.

Anteproyecto de Ley de Autonomía Personal y Atención a las Personas en Situación de Dependencia (Ley de Dependencia)

..."Las prestaciones, entre las que figuran los centros de día, la teleasistencia o la ayuda a domicilio, requerirán de la aportación del propio usuario y variará en función de su capacidad económica, tal y como ocurre en el "resto de los países europeos".
...Será el Gobierno quien concretará si el superávit de la Seguridad Social deberá utilizarse para la financiación del sistema de dependencia, el anticipo debe fijarlo el ministro de Hacienda y el Consejo de Ministros.
Respecto a cuánto ha de ascender la aportación del beneficiario, Cuevas indicó que "no se han fijado cifras, será en función de sus propios recursos y todo el mundo tiene algún recurso, incluso las personas con las pensiones más bajas".
Tras la firma, el secretario general de la Unión General de Trabajadores consideró que la rúbrica es la "primera piedra de un largo camino" y habrá "problemas de todo tipo" -competenciales, económicos etcétera-, pero la "dinámica ya es imparable".
A juicio de Cándido Méndez el acuerdo firmado hoy tiene una gran trascendencia social, que ha exigido una negociación "compleja y con dificultades", porque incide en el ámbito de las personas más desatendidas.
Por otro lado, el secretario general de Comisiones Obreras recalcó que la Ley de Dependencia consagra un nuevo derecho de carácter subjetivo y universal, al que podrán acceder todas las personas que necesiten asistencia sociosanitaria.
A partir de ahora, explicó Fidalgo, corresponderá al Gobierno y a una comisión de seguimiento que se creará a tal efecto la tarea de velar por que el acuerdo rubricado se convierta en norma.
"Es un derecho muy ansiado por muchas personas", supondrá un beneficio para la actividad económica privada y pública, repercutirá en el empleo y será una opción para quienes atienden a dependientes, de modo que se podrán liberar de esa tarea para profesionalizarse o acceder al mercado laboral, señaló el líder de Comisiones.
Al acto de la firma asistieron también la secretaria de Estado de Servicios Sociales, Familias y Discapacidad, y los respectivos equipos negociadores de UGT, CEOE y COOO.

A esta ley se ha dado en llamarla la cuarta pata del Estado del Bienestar, no obstante más de uno opinamos que es la cuarta "pata coja", ya que si muchos de sus beneficiarios han de hacer un copago, dicha ley deja de ser universal.

A tal efecto lea en documentos el artículo aparecido en El Periódico 6/01/2006 Mejorar la Ley de Dependencia.

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